lunes, 26 de mayo de 2014

LAS REGLAS DEL VERANO, escribe e ilustra Shaun Tan. Edita, Barbara Fiore (2014). ISBN: 978-84-15208-46-4



Este álbum ilustrado, al igual que otros del mismo autor, es excelente; desde la cubierta, pasando por las guardas, hasta llegar a su interior, donde encontramos una perfecta armonía entre el texto y las ilustraciones, que son reproducciones de óleos.
Es inevitable recrearse en cada página, buscando esos pequeños detalles que nos suele dejar Shaun Tan, para poder adentrarnos en la historia. El texto es mínimo, de forma que el autor más que narrar, sugiere lo que le ocurre a estos dos niños. Y regala al lector la oportunidad de interpretar la historia y hacerla personal. 

En este álbum nos muestra un mundo mágico, concebido por y para niños. Dos hermanos viven los días de verano entre juegos inventados y criaturas imaginadas. Shaun Tan nos acerca a un universo surrealista muy propio de la infancia, en el que todo es posible y para el que se establecen unas "reglas" de obligado cumplimiento, si es que queremos formar parte de él.
Estas reglas serán inventadas por el hermano mayor, quién inicia en los juegos al pequeño, pero tal y como vemos en la primera página, donde pierde una baqueta por descuido,
al niño pequeño le va a costar seguir el ritmo de su hermano mayor, y muchas de esas reglas incumplidas tendrán para él consecuencias inesperadas, absurdas, mágicas e incluso desagradables. A cada regla le acompaña una ilustración que muestra el resultado de su incumplimiento.


Como es de esperar, en todo juego infantil surgen disputas, y es a partir de ese momento cuando los colores cálidos del verano dejan paso a los fríos grises, blancos y negros con los que juega el autor para transmitirnos el estado emocional que vive el niño pequeño; está enfurecido con su hermano mayor y espera una disculpa encerrado en sí mismo, aislado ya del mundo mágico y de los juegos compartidos. 

Tras una larga espera llega la reconciliación, y vuelven a aparecer los colores vivos y alegres, y con ellos la última regla: "Nunca te pierdas el último día de verano", porque ese día el niño pequeño será recompensado, siendo él quien marque el ritmo del juego. En esta penúltima ilustración vemos a los dos hermanos tocando de nuevo el tambor y la trompeta, pero ahora quien va el primero es el pequeñajo.

Aquí os dejo el enlace a la página del autor: http://www.shauntan.net/ para que disfrutéis del resto de sus trabajos.