"En lo más profundo de la sabana, a la sombra de una vieja acacia, nació un león.
Era pequeño, porque los leones nacen así: no tienen melena, no tienen dientes...
Tomaba mucha leche, y crecía poco a poco".
Su padre siempre lo miraba orgulloso, pensando que algún día él sería un "auténtico rey de la sabana".
Pero... ¿era eso lo que quería ser Leoncito?.
Pero... ¿era eso lo que quería ser Leoncito?.
El cachorro no se comportaba tal y como esperaba su padre, porque siempre estaba sonriendo al resto de animales, se reía de sí mismo, no sabía rugir (sólo maullaba) y lo peor de todo es que, su mejor amiga era una cebra con la que jugaba al pilla-pilla... Y no es esto precisamente lo que suele hacer un "auténtico rey de la sabana" ¿verdad?.
Pese a las diferencias con su padre, Leoncito se sentía muy feliz, hasta que alguien le puso una máscara: "ligera como una pluma, fría como el odio y roja como la ira". Desde ese día tuvo la apariencia de un"auténtico león", al que todos los animales rehuían con miedo... y es así como Leoncito se convirtió en lo que no quería ser.
¿Qué ocurre cuando no cumplimos las expectativas que otros tienen de nosotros? ¿qué pasa si no nos comportamos a semejanza de los demás?...
Este álbum nos recuerda que cada persona tiene una identidad propia que debemos valorar y reforzar. También nos muestra el poder que tiene una sonrisa, y que estar de buen humor nos acerca a los demás. Es esencial aprender a reírnos de nosotros mismos y contagiar esa risa, como hace este cachorro de león.
Pese a las diferencias con su padre, Leoncito se sentía muy feliz, hasta que alguien le puso una máscara: "ligera como una pluma, fría como el odio y roja como la ira". Desde ese día tuvo la apariencia de un"auténtico león", al que todos los animales rehuían con miedo... y es así como Leoncito se convirtió en lo que no quería ser.
¿Qué ocurre cuando no cumplimos las expectativas que otros tienen de nosotros? ¿qué pasa si no nos comportamos a semejanza de los demás?...
Este álbum nos recuerda que cada persona tiene una identidad propia que debemos valorar y reforzar. También nos muestra el poder que tiene una sonrisa, y que estar de buen humor nos acerca a los demás. Es esencial aprender a reírnos de nosotros mismos y contagiar esa risa, como hace este cachorro de león.
Además de la historia, también me han gustado las ilustraciones, porque son sencillas y muy expresivas. Los colores que ha utilizado Paloma Valdivia me han recordado a los estampados que lucen las mujeres africanas en sus vestidos: rojo, amarillo, negro y añil.
