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Bueno, este cuento es una delicia. Un disfrute para el que lo lee y el pequeñajo-a que recibe todas las frases de amor que contiene.
Propicia la lectura activa, pues el lector tendrá que gesticular, cambiar la voz, abrazar al niño-a... para decirle de distintas formas que le quiere.
El personaje del cuento es Garbancito, un niño que no ha tenido un buen día, pues su padre está de viaje y su madre ha tenido mucho trabajo y no ha podido prestarle atención. Además cuando llega la hora de dormir, le dice que no puede leerle un cuento porque sigue teniendo trabajo... El niño reclama el cariño y la atención de su madre pidiéndole que le diga que lo quiere; ella inventará siete maneras distintas de decirlo.
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La última frase nos recuerda la importancia de expresar los sentimientos: "Ya sé que me quieres, pero me gusta que me lo digas".
